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La razón por la que a Gil Manzano le tembló el silbato y en el Madrid no lo ven como un error
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La razón por la que a Gil Manzano le tembló el silbato y en el Madrid no lo ven como un error

Gil Manzano llevó a raja tabla las órdenes de sus jefes del Comité Técnico de Árbitros para anular el gol de Bellingham en Mestalla. En el Madrid lo ven como una acción premeditada

Foto: Ancelotti pide explicaciones a Gil Manzano. (Reuters/Pablo Morano)
Ancelotti pide explicaciones a Gil Manzano. (Reuters/Pablo Morano)

Un arbitraje casero se cargó el partido de Mestalla. Casero no se refiere a que Jesús Gil Manzano barriera a favor del Valencia, porque lo que hizo al final del partido con el gol de Bellingham lo repitió al terminar la primera parte. Casero tiene que ver con quedar bien con los jefes para que te den puntos en las reuniones de los viernes del Comité Técnico de Árbitros (CTA). Esta es la explicación por la que el colegiado extremeño se electrocutó en Mestalla.

Los árbitros no son libres, han perdido la personalidad e independencia para llevar los partidos según el contexto y sus circunstancias. No hay un encuentro igual por mucho que el Comité de Árbitros pretenda encasillarlos con normas absurdas. Una de ellas es que los árbitros adviertan a los jugadores del final de cada tiempo, sin que exista una reglamentación al respecto. Están desnaturalizando el fútbol.

Gil Manzano, con 11 años de experiencia en el fútbol de alta competición e internacional, quiso ser pulcro y cumplir las directrices de los jefes para que no le penalizaran. El gran perjudicado fue el Real Madrid. Esta es la razón de una jugada mal arbitrada. Lo corrobora el exárbitro Mateu Lahoz en la Cope: "Lo que pasa es que tenemos demasiado ego y ganas de pitar para los viernes. Te tienen que dejar libertad de interpretar, que les dejen ser ellos mismos".

Mateu Lahoz, recién retirado del arbitraje, conoce a fondo cómo funciona el CTA y avisa del riesgo que corren los árbitros si no pitan con las directrices que les dan. "Gil Manzano advirtió de forma innecesaria que esa acción tenía que ser la última. El reglamento solo te deja interpretarlo para los penaltis fuera de tiempo. No para los córner", asevera Mateu.

placeholder Los jugadores del Madrid piden explicaciones a Gil Manzano. (EFE/Kai Forsterling)
Los jugadores del Madrid piden explicaciones a Gil Manzano. (EFE/Kai Forsterling)

Los árbitros son personas humanas con sentimientos y profesionales que, como los entrenadores y los futbolistas, pueden cometer errores. No son máquinas, a pesar de que puedan apoyarse en la tecnología del VAR, y esta herramienta les dé una segunda oportunidad para minimizar el fallo. Pero lo que hizo Jesús Gil Manzano en Mestalla es una aberración, y la razón está en que los árbitros son, cada vez más, víctimas de protocolos rígidos.

Protocolo sin sentido

El fútbol hay que entenderlo en su contexto y circunstancias, y aplicar el protocolo de un final de partido sin sentido en Mestalla pone en evidencia el intervencionismo del CTA. Claro que el fútbol es un juego de errores. Los cometen los jugadores con un mal pase del que se aprovecha el contrario, un despeje que puede entrar en tu propia portería, una entrada inoportuna o a destiempo en el área que te cuesta un penalti… Hay muchos errores en un partido que condicionan el resultado.

En Mestalla se produjeron varios de ellos. Los dos goles del Valencia son dos errores del Real Madrid. En el primero se hace un lío Vinícius y en el segundo, más clamoroso, la pifia Carvajal con un pase a la portería de Lunin. Fallos que le costaron al equipo de Ancelotti hacer un tremendo esfuerzo para meterse en el partido. Y, cuando ya estaba dentro, llegó el error del árbitro. Gil Manzano cerró el partido con el fallo más grotesco que puede tener un árbitro por dejarse llevar por las pautas que le dieron los jefes.

Foto: Marcos Llorente se queja de una acción en el partido contra el Athletic. (EFE Miguel Toña)

No supo cómo gestionar el tiempo de añadido. Le tembló el silbato. Le atropelló la jugada del córner y el centro de Brahim Díaz. Se metió en un lío descomunal que no se puede calificar de error. Este es el convencimiento que tienen en el Real Madrid. El gol no concedido a Bellingham refuerza la postura que hay en las altas esferas de la necesidad urgente de cambiar la estructura arbitral, y hasta que no se produzca alimentan la teoría de la conspiración. El jefe de los árbitros, Medina Cantalejo, y el del VAR, Clos Gómez, les perjudican.

Indignación en el Real Madrid

Lo de Gil Manzano no se ve en el Real Madrid como un error. Se señala como un robo. Ancelotti lo define como un algo inédito. El entrenador, que lleva un tiempo más crispado e indignado con los arbitrajes, se tuvo que morder la lengua y pensar mucho qué decir para exteriorizar su indignación sin caer en palabras que pudieran suponer una sanción.

El error entra dentro del juego y se puede perdonar. Unas veces te favorece el árbitro de campo, el VAR y otras no. Una misma jugada se juzga con diferente criterio. Te dan y te quitan, te favorecen y te perjudican. En la salsa del fútbol hay cada vez más ingredientes que la rivalidad en el campo. Pero el fallo de Gil Manzano está fuera de toda consideración de error, según el Real Madrid. Lo ven como una acción premeditada.

Un arbitraje casero se cargó el partido de Mestalla. Casero no se refiere a que Jesús Gil Manzano barriera a favor del Valencia, porque lo que hizo al final del partido con el gol de Bellingham lo repitió al terminar la primera parte. Casero tiene que ver con quedar bien con los jefes para que te den puntos en las reuniones de los viernes del Comité Técnico de Árbitros (CTA). Esta es la explicación por la que el colegiado extremeño se electrocutó en Mestalla.

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